La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, ha generado controversia este viernes al declarar que «no cualquiera» puede entrar al país, en medio de la negación de acceso a un grupo de observadores internacionales. En un escenario cada vez más tenso, se evidencia una clara restricción a la presencia de personalidades críticas al gobierno de Nicolás Maduro. Según Rodríguez, solo aquellos con «dignidad» pueden ingresar a «esta tierra sagrada», planteando un obstáculo para aquellos que intentan monitorear de cerca la situación política y social en Venezuela.

La situación se agudizó cuando el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, denunció el retraso en el despegue de un avión que trasladaría a expresidentes latinoamericanos, entre ellos Vicente Fox, Jorge Quiroga y Miguel Ángel Rodríguez. Estos exmandatarios forman parte de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), un grupo crítico al gobierno chavista que tenía previsto observar las elecciones presidenciales del domingo. Sin embargo, la oposición también prohibió la entrada de la delegación del Partido Popular de España, evidenciando una clara estrategia de exclusión de observadores internacionales.

En medio de este escenario, destaca la presencia en Venezuela del expresidente de República Dominicana, Leonel Fernández, junto a Martín Torrijos, Ernesto Samper y José Luis Rodríguez Zapatero, quienes han recibido una invitación oficial de las autoridades electorales para desempeñarse como observadores internacionales. Estos exmandatarios, cercanos al chavismo, llegaron a Caracas sin mayores restricciones, lo que generó incertidumbre sobre la imparcialidad en el proceso electoral. Cabe destacar que Rodríguez Zapatero actuó como mediador en conversaciones entre el Gobierno y la oposición en el pasado; sin embargo, no concretaron un acuerdo que resolviera la crisis política que atraviesa Venezuela.