Panamá.- En el mes de junio, en una zona privilegiada de la capital panameña; algunos vecinos notaron un movimiento inusual de autos que entraban y salían de un edificio; mas específicamente de un de un apartamento había sido renovado apenas unos días antes.

El edificio es Coco del Mar Suites; lugar donde alguien estaba llevando a cabo una vacunación clandestina contra el coronavirus con presuntas dosis de Pfizer-BioNTech; a pesar de que en el país centroamericano las inoculaciones son gratis y se aplican según la edad. 

Expertos e investigadores en seguida lo vincularon con otra vacunación clandestina detectada una semana antes en el piso 43 de un rascacielos en el rico vecindario costero de Punta Pacífica.

Las autoridades han confirmado que sólo 32 personas se inocularon, pero los hechos han causado enfado entre los panameños, incluidos los enfermos crónicos; esto gracias a que la nación vive una gran ola de contagios y muchos esperan la vacuna como es debido.

La primera jornada de vacunación clandestina tuvo lugar el 1 de junio, en el domicilio de una mujer identificada como Celine Gazal de Esses; en donde quince personas fueron supuestamente vacunadas.

La segunda jornada se dio el 7 de junio por Denisse Vega, propietaria en Coco del Mar Suites; llegaban a su apartamento para vacunarse.  Ambos lugares fueron allanados pero ni Gazal ni Vega han sido arrestadas ni acusadas de ningún delito.

Hasta ahora el Ministerio Público solamente ha detenido a una persona, Matías Pérez Escudero, que fue uno de los que gestionó y aplicó las presuntas vacunas en Coco del Mar Suites y Punta Pacífica.

Aún se desconoce si las vacunas eran en realidad de Pfizer-BioNTech y de dónde salieron los presuntos inoculantes.

¿Ahora qué?

El escándalo de la vacunación clandestina en Panamá es un reflejo de la desigualdad, que se evidencia en el contraste entre los relucientes rascacielos de lujo y los barrios miserables que los rodean.

Sin duda en Panamá las personas adineradas aprovecharon sus cargos para recibir en secreto las primeras inyecciones de una vacuna china que el gobierno había comprado para los trabajadores de la salud.

Además, otros países de América Latina se han visto afectados por escándalos relacionados con las vacunas contra el COVID-19.

Te podría interesar: OMS alertó que el freno a las medidas sanitarias aumento los casos COVID-19