Preocupantes hallazgos revelan que más de un cuarto de los sistemas públicos de agua potable en los Estados Unidos contienen contaminantes conocidos como PFAS en niveles iguales o superiores a los límites establecidos por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) durante este año. Esto significa que aproximadamente 46 millones de estadounidenses han estado consumiendo agua contaminada por estas sustancias químicas tóxicas.

Los PFAS son un grupo de químicos persistentes que no se descomponen fácilmente y se acumulan en el cuerpo humano con el tiempo. Han sido ampliamente utilizados en productos domésticos como utensilios de cocina antiadherentes e impermeables, así como en productos industriales.

Esta preocupante noticia surge a raíz de los datos recopilados por la EPA, que ahora incluye el sistema de agua en Augusta, Georgia, donde se han encontrado seis tipos diferentes de contaminantes de PFAS. Augusta, con su importante base militar y una fábrica que produce ladrillos retardantes de fuego, tiene múltiples fuentes de estas sustancias tóxicas. Aunque algunos representantes locales como Wes Byne, Director de Servicios Públicos, aseguran que no hay una amenaza para la salud, los niveles de PFAS detectados en la ciudad superan ampliamente los niveles mínimos que la EPA requiere informar a las comunidades.

Es preocupante saber que Georgia no cuenta actualmente con niveles máximos de contaminantes obligatorios para los PFAS y que no existen normas nacionales en vigor para regular estos químicos en el agua potable, según informa USA Today.

La eliminación y destrucción de estos químicos persistentes requiere tecnología costosa, lo que representa una barrera importante para los sistemas locales de agua.

La exposición a los PFAS se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer, así como con efectos en hígado, sistema inmunológico, sistema cardiovascular y desarrollo humano, según la EPA. La epidemióloga ambiental y científica de exposición, Courtney Carignan, de la Universidad Estatal de Michigan, afirma que es posible reducir la exposición y el riesgo al realizar pruebas al agua potable.

Además de esta preocupante situación en Georgia, la EPA ha alertado a las agencias estatales sobre la posibilidad de que miles de residentes en el sureste de Minnesota estén consumiendo agua de pozo contaminada con niveles inseguros de nitrato, probablemente debido a la contaminación agrícola en la zona.

La agencia envió una carta a tres agencias estatales el 3 de noviembre, destacando que más de 9,200 residentes en condados como Dodge, Fillmore, Goodhue, Houston, Mower, Olmsted, Wabasha y Winona están en riesgo. Estos alarmantes informes surgieron luego de una petición recibida por la EPA en abril, en la que se solicitaba a la agencia utilizar sus poderes de emergencia para abordar el problema. Según los peticionarios, los funcionarios estatales no habían tomado medidas a pesar de ser conscientes del problema desde hace décadas.