El presidente Nayib Bukele de El Salvador ha causado controversia una vez más al anunciar su decisión de despedir a más de 300 empleados del Ministerio de Cultura con el pretexto de ahorrar fondos públicos. Bukele ha calificado esta medida como una “medicina amarga” necesaria para mejorar la economía del país centroamericano.

Durante un mensaje transmitido en medios nacionales, el mandatario señaló que el nuevo ministro de Cultura, Raúl Castillo, será el encargado de llevar a cabo estos despidos, argumentando que los empleados afectados promoverían agendas que no estaban alineadas con la visión de su Gobierno. “Estas decisiones nos permitirán ahorrar fondos públicos en el proceso”, afirmó Bukele, añadiendo que están siguiendo el camino elegido por la población. Asimismo, hizo referencia a esta acción como una “medicina amarga” que se hacía necesaria tras la mejora en materia de seguridad.

Desde su investidura para un segundo mandato consecutivo el pasado 1 de junio, Bukele ha prometido centrarse en sanar la economía del país después de haber logrado controlar la violencia generada por las pandillas. Sin embargo, según una encuesta del Instituto Universitario de Opinión Pública, la mayoría de la población considera que el principal problema de El Salvador está relacionado con factores económicos. El estudio también revela que más del 60% de los salvadoreños perciben un empeoramiento en la economía nacional y en sus finanzas personales durante el primer año de gestión de Bukele.

La estrategia de las criptomonedas de Bukele en el olvido

La fallida estrategia de impulsar la economía con la compra de criptomonedas ha quedado en el olvido, evidenciando la necesidad de un cambio de enfoque en las políticas económicas del Gobierno. Hasta el momento, El Salvador se ha mantenido rezagado en cuanto a crecimiento económico en comparación con otros países de Centroamérica y ha demostrado una alta dependencia de las remesas familiares, que representan una importante fuente de ingresos para la población.

El anuncio de los despidos en el Ministerio de Cultura ha generado críticas y preocupación en diversos sectores de la sociedad salvadoreña, quienes cuestionan la verdadera motivación detrás de esta decisión y el impacto que tendrá en los trabajadores afectados. La polémica está servida, y Bukele continúa adaptando estrategias polémicas en su intento por revitalizar la economía del país.

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