Ecuador dio un paso importante en su lucha contra la violencia y el crimen organizado, al declarar el estado de conflicto armado interno, según un nuevo decreto presidencial anunciado por el gobierno en la madrugada del lunes. Esta decisión se da luego de concluir el estado de excepción de 90 días declarado en enero por el presidente Daniel Noboa, destinado a detener una ola de crimen y violencia atribuida a las bandas narcotraficantes.

En el nuevo decreto, Noboa reconoció la persistencia de un conflicto armado interno en el país sudamericano, a cargo de «grupos armados organizados», a los que previamente había designado como terroristas en enero. Esto permitirá que se continúen llevando a cabo operaciones conjuntas entre las Fuerzas Armadas y la policía, con el objetivo de precautelar la seguridad y el bienestar ciudadano.

Noboa, de 36 años, quien asumió el poder en noviembre, sigue promocionando su «Plan Fénix» para combatir el crimen y la violencia, incluidos los asesinatos de funcionarios públicos y una explosión de disturbios en enero. Durante dicho evento, hombres armados irrumpieron en una transmisión televisiva en vivo y tomaron como rehenes a decenas de funcionarios penitenciarios.

El presidente enfatizó en la necesidad de tomar medidas extraordinarias para combatir la violencia y el crimen organizado en el país. El gobierno reconoce la importancia de continuar desplegando acciones prioritarias para garantizar la seguridad de los ciudadanos.

El decreto 218, que entró en vigencia durante la noche del domingo, reconoce la presencia de grupos armados organizados hostiles dentro del territorio ecuatoriano. Además, en caso de que la situación empeore, el Ministerio de Defensa y el del Interior podrán solicitar al presidente que declare nuevamente el estado de excepción.