El impuesto al valor agregado en Ecuador aumentó recientemente del 12 al 15 por ciento, como parte de las medidas implementadas por el gobierno del presidente Daniel Noboa para financiar la lucha contra el crimen organizado en el país. Esta decisión se tomó después de un fin de semana violento durante el feriado de Semana Santa, en el que se registraron al menos 28 crímenes en distintas ciudades ecuatorianas, incluyendo Guayaquil, Durán y Samborondón.

La subida del IVA tiene como objetivo recaudar alrededor de mil 100 millones de dólares anuales, con los cuales se pretende hacer frente a la creciente inseguridad y violencia que afecta a Ecuador desde principios de 2021. La situación se vuelve aún más preocupante con la aparición de masacres en las prisiones y un incremento en los crímenes en las calles.

En respuesta a estos eventos, el presidente Daniel Noboa, durante un acto en la ciudad de Cuenca, manifestó que el gobierno no se rendirá ante la delincuencia y el crimen organizado, reafirmando su compromiso con la seguridad y el bienestar de la ciudadanía. Con la subida del IVA, el precio de productos como la gasolina y las bombonas de gas experimentan un incremento, afectando directamente a los consumidores.

A pesar de esto, el gobierno estableció que 208 productos estarán exentos de la nueva tarifa del IVA, incluyendo alimentos básicos como carne, pescado, cereales, arroz, harina, vegetales y frutas frescas. Esta medida busca proteger a los sectores más vulnerables de la sociedad y garantizar el acceso a alimentos esenciales a precios accesibles.

En medio de la incertidumbre generada por el aumento del IVA, comerciantes y dueños de negocios como restaurantes y cafeterías están evaluando el impacto en sus operaciones.

De manera paralela a la subida del IVA, el gobierno implentara una reducción de este impuesto para materiales de construcción, pasando del 12 al 5 por ciento. Esta medida tiene como objetivo dinamizar la economía nacional, especialmente el sector de la construcción, que se considera vital para la generación de empleo y el impulso económico en diferentes áreas.

Desde principios de año, el presidente Noboa estableció un estado de excepción en el país, limitando ciertos derechos como el de reunión y asociación, y decretando el estado de conflicto armado interno para combatir las bandas criminales. Esta medida permite la movilización de militares junto a la policía para fortalecer la seguridad interna y hacer frente a la creciente ola de violencia y crimen.