El gobierno de Joe Biden recibe en Washington a una destacada delegación mexicana para abordar la crisis migratoria, un tema crucial en un año electoral para ambos países.

El propósito del encuentro es evaluar las medidas adoptadas por ambas naciones y realizar ajustes según sea necesario, aunque no se anticipan anuncios significativos, dado que la última reunión tuvo lugar a finales de diciembre.

La presión sobre Biden por la crisis migratoria se intensifica, especialmente por parte de los republicanos, quienes exigen medidas más enérgicas como condición para aprobar más ayuda para Ucrania en el Congreso.

El gobernador de Texas, Greg Abbott, un seguidor declarado del expresidente Donald Trump, desafía abiertamente la autoridad del gobierno de Biden al impedir el acceso de la patrulla fronteriza a un sector crítico en la frontera con México.

Este gesto refleja la creciente tensión en la política migratoria a medida que se acercan las elecciones presidenciales de noviembre. La reunión se lleva a cabo en un contexto marcado por la trágica muerte de una mujer y dos niños mexicanos que intentaban cruzar la frontera, así como por las recientes amenazas de Trump de cerrar la frontera con México en caso de regresar a la Casa Blanca.

La administración Biden ha implementado cambios en la política migratoria, levantando una norma sanitaria en mayo que bloqueaba a casi todos los migrantes sin documentos en la frontera.

Sin embargo, introdujo «vías legales» que obligan a los migrantes a solicitar asilo a través de una aplicación móvil o realizar trámites en los países de tránsito.

Aquellos que eluden estas vías pueden enfrentar repatriaciones aceleradas. En los últimos ocho meses, más de 482,000 personas han sido expulsadas o devueltas, según funcionarios estadounidenses.

A pesar de los desafíos, la relación entre Estados Unidos y México se mantiene sólida, y hasta el momento, no se ha solicitado apoyo financiero del gobierno mexicano para las operaciones de control fronterizo.

La reunión contará con la participación de destacados funcionarios como el secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas, el jefe de diplomacia, Antony Blinken, y su homóloga mexicana, Alicia Bárcena.

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