En su saludo navideño anual a la jerarquía de la Santa Sede, el Papa Francisco instó al personal del Vaticano a evitar “posiciones ideológicas rígidas” que les impidan comprender la realidad de hoy. Esta declaración se produjo después de que el pontífice permitiera oficialmente que los sacerdotes bendigan a parejas del mismo sexo.

El Papa Francisco animó a los cardenales, obispos y laicos que administran al Vaticano a escucharse mutuamente y a otros, con el fin de evolucionar y brindar un verdadero servicio a la Iglesia Católica. En su mensaje en la Sala de Bendiciones, el Papa destacó la importancia de avanzar y crecer en su comprensión de la verdad.

“Aferrarse temerosamente a las normas puede dar la impresión de evadir problemas, pero en realidad socava el servicio que la Curia Vaticana está llamada a brindar a la Iglesia. Sigamos alertas en contra de las posiciones ideológicas rígidas que con frecuencia, bajo la ilusión de buenas intenciones, nos separan de la realidad y nos impiden avanzar”, declaró el Papa Francisco. Además, agregó: “En lugar de ello, somos llamados a emprender el viaje, como los Magos, siguiendo la luz que siempre desea guiarnos, incluso por senderos inexplorados y nuevos”.

El Papa permite las bendiciones a parejas del mismo sexo, pero no las equipara al matrimonio

La misma semana que el Papa Francisco permitió formalmente que los sacerdotes bendigan a parejas del mismo sexo, se celebró la cita anual con la jerarquía de la Santa Sede. Sin embargo, el Vaticano enfatizó que estas bendiciones no equivalen a una boda.

El Vaticano defiende que los homosexuales merecen dignidad y respeto, pero rechaza las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo como “intrínsecamente antinaturales”. La enseñanza católica afirma que el matrimonio es una unión duradera entre un hombre y una mujer, que sigue el plan de Dios y tiene como fin la creación de la vida humana.

Esta medida ha recibido respuestas mixtas de diferentes grupos. Sectores progresistas y activistas a favor de una mayor inclusión de las personas LGBTQ+ aplaudieron la declaración del Papa Francisco, considerándola como un gesto necesario de bienvenida y aceptación. Por otro lado, los sectores conservadores la han criticado, argumentando que va en contra de las enseñanzas bíblicas sobre la homosexualidad.

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