El Papa Francisco ha hecho una declaración pública criticando la reciente represión de las protestas en Argentina por parte del gobierno de Javier Milei.

Durante un encuentro en Roma con representantes de movimientos sociales del mundo, el líder de la Iglesia católica expresó su descontento por la violenta actuación de las autoridades contra manifestantes que pedían por sus derechos en las calles.

«Me hicieron ver el filmado de una represión, hace una semana o un poco menos, quizás. Obreros, gente que pedía por sus derechos en la calle. La policía los rechazaba con una cosa que es lo más caro que hay, ese gas pimienta de primera calidad», declaró el Papa, visiblemente consternado por la situación en su país natal.

Aunque no mencionó directamente a Argentina ni a su presidente, sus palabras dejaron en claro su postura contraria a la represión de la protesta social.

El incidente al que se refiere el Papa ocurrió el 12 de septiembre en Buenos Aires, durante una manifestación contra el veto a una revalorización de las jubilaciones. En dicha ocasión, la policía utilizó gas lacrimógeno y balas de goma para dispersar a los manifestantes, lo que generó un amplio repudio dentro y fuera del país.

«¿Por qué no tenían derecho a reclamar lo suyo? ¿Por qué eran revoltosos? ¿Comunistas? No, nada», continuó Francisco, cuestionando la actuación del gobierno en este tipo de situaciones.

Las declaraciones del Papa no han pasado desapercibidas en el gobierno de Milei, que ha respondido indicando que «respeta» pero «no comparte» las críticas del líder religioso.

El vocero presidencial, Manuel Adorni, afirmó en una conferencia de prensa que si bien el gobierno argentino escucha y respeta las opiniones del Papa Francisco, no necesariamente está de acuerdo con ellas. Esta postura refleja las divergencias ideológicas entre el presidente Milei y el Papa, quien ha abogado en reiteradas ocasiones por la justicia social y la protección de los más vulnerables.

La relación entre el gobierno de Milei y el Papa Francisco ha sido motivo de especulación y controversia desde la llegada del presidente ultra liberal al poder en diciembre. A pesar de una primera reunión cordial en el Vaticano en febrero, las posturas opuestas en temas clave como la austeridad económica y la protección social han generado tensiones entre ambos líderes.

A pesar de esto, Adorni destacó que la relación actual entre el gobierno y el Papa es «muy buena», pese a las diferencias de opinión que puedan existir.

«La relación con el Papa es fantástica. Lo que no quita que empecemos a aceptar las diferencias y empecemos a aceptar que no opinamos igual en todos los temas, y bienvenido sea con él o con cualquier líder mundial», señaló Adorni.

En un comentario adicional, el Papa Francisco también hizo referencia a un presunto acto de corrupción en Argentina, relatado por un «emprendedor internacional» que afirmó haber recibido un pedido de soborno tras una reunión con un ministro del país.

«La coima. El diablo entra por el bolsillo, no se olviden», advirtió el Papa, señalando la importancia de combatir la corrupción en todas sus formas.

La denuncia de corrupción y las críticas a la represión de protestas por parte del Papa Francisco han generado un debate en Argentina sobre la situación política y social del país. Mientras tanto, el gobierno de Milei ha asegurado que investigará cualquier denuncia de corrupción que surja, reafirmando su compromiso con la transparencia y la legalidad en la gestión pública.

En medio de estas tensiones, el Papa Francisco no ha descartado la posibilidad de visitar Argentina en un futuro cercano, aunque ha señalado que aún hay temas pendientes que resolver antes de tomar una decisión al respecto. En este sentido, su mensaje de justicia social y solidaridad sigue resonando en un país marcado por la desigualdad y la polarización política.

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