El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha decidido tomar medidas drásticas para combatir el narcotráfico y la delincuencia en algunas zonas clave del país.

Es por ello que anunció la imposición de un toque de queda en las provincias de Colón y en el distrito de San Miguelito, con el objetivo de «limpiar» las calles de estas áreas afectadas por la presencia de pandillas y el tráfico de drogas.

Según indicó el mandatario en una conferencia de prensa, el toque de queda regirá desde las nueve de la noche hasta las cinco o seis de la mañana, aunque no se precisó la fecha exacta en que comenzará a implementarse esta medida.

Mulino señaló que esta es la mejor forma de garantizar la tranquilidad y permitir que las autoridades puedan realizar operativos para combatir el crimen organizado en estas zonas. En las últimas semanas, Panamá ha sido escenario de varios arrestos relacionados con pandillas y el tráfico de drogas, incluyendo a policías y a familiares de políticos.

Las autoridades han destacado que muchas de estas bandas criminales se dedican al tráfico de drogas y al lavado de dinero procedente de estas actividades ilícitas, lo que ha contribuido al aumento de la violencia en el país.

Mulino, quien también fue ministro de Seguridad durante el gobierno de Ricardo Martinelli, lamentó el incremento en el tráfico de drogas en los últimos años.

Mientras que en su gestión incautar una tonelada de droga era algo inusual, en la actualidad se ha convertido en una práctica diaria. En 2023, Panamá logró decomisar 119 toneladas de droga, una cifra menor al récord alcanzado en 2022 con 138 toneladas.

Las autoridades panameñas han intensificado sus operativos contra el narcotráfico, logrando incautar más de 50 toneladas de drogas en lo que va de año.

Panamá, al igual que otros países de América Central, se ha convertido en una ruta clave para el tráfico de cocaína procedente de Sudamérica, en especial de Colombia, con destino a Estados Unidos, el mayor mercado consumidor de esta droga a nivel mundial.

Además, en los últimos meses se ha registrado un aumento en los decomisos de droga en los puertos del Caribe panameño, con destino a Europa. Esta situación ha generado un mayor control y vigilancia en las zonas fronterizas y en los principales puntos de entrada y salida del país, con el objetivo de combatir el narcotráfico de manera efectiva.

Ante esta problemática, el presidente Mulino ha dejado claro su compromiso de erradicar el narcotráfico y la delincuencia en el país, implementando medidas como el toque de queda para garantizar la seguridad y el bienestar de la población panameña.

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