Esta es la impactante historia de la desaparición y muerte de Eduarda Santos, y de un asesino que ahora se identifica como mujer para que su crimen no sea tachado de feminicidio.

El sonido de espera del teléfono parecía un eco de los latidos ansiosos de su corazón, resonando en sus oídos.

Las manecillas del reloj avanzaban con una lentitud exasperante mientras esperaba una respuesta al otro lado de la línea telefónica.

Finalmente, un funcionario público respondió al otro lado. Sin perder un segundo, con la voz entrecortada por la angustia, Fernando Alves Ferreira pronunció las palabras:

«Está desaparecida».

El primer llamado desencadenó una serie de eventos que pusieron en alerta a las autoridades.

Era la madrugada y la urgencia en la voz de Fernando era palpable. Así comenzó la intensa y breve búsqueda de Eduarda Santos Almeida, una joven de 26 años que parecía haber desaparecido, según su amigo.

Sin embargo, el destino tenía preparada una triste revelación.

En cuestión de horas, un grupo de turistas horrorizados hizo un hallazgo macabro: el cuerpo de una mujer de cabello castaño y piel morena.

Era Eduarda.

La trágica desaparición y muerte de Eduarda Santos

Todo comenzó en la madrugada del 16 de febrero de 2022. El sonido de la radio llenaba el Chevrolet Joy conducido por Alves Ferreira mientras avanzaban por las oscuras calles de Argentina.

Eduarda Santos ocupaba el asiento del copiloto, mientras que sus tres hijos estaban en la parte trasera.

Su destino era el mirador del Lago Escondido, pero el ambiente en el vehículo se volvía cada vez más tenso debido a una acalorada discusión entre los dos adultos.

La tensión llegó a un punto crítico, y Eduarda sintió que su vida corría peligro.

En un instante desesperado, abrió la puerta y huyó entre los arbustos de la zona, conocida por su belleza natural y conservación.

Pocos kilómetros más adelante, en el Hotel Llao Llao de Puerto Pañuelo, decenas de turistas disfrutaban de la serenidad de la noche.

Sin embargo, el silencio se rompió con el estruendo de disparos provenientes de una pistola Magnum calibre 357.

Uno, dos, tres, cuatro… la cuenta de disparos se perdió después de unos segundos.

Eduarda Santos cayó de rodillas al suelo, luchando por su última bocanada de aire mientras su vida se desvanecía lentamente.

Alves Ferreira la alcanzó y, a quemarropa, disparó múltiples veces.

Los investigadores rápidamente identificaron a un sospechoso.

En menos de 24 horas, las pistas apuntaban a Fernando Alves Ferreira.

Este trágico episodio reveló una trama de relaciones complicadas y un crimen sin un plan premeditado.

Según la investigación, el hombre de 27 años había establecido una relación con otro hombre con quien no había logrado tener hijos, lo que desencadenó una serie de acontecimientos que llevaron a esta terrible tragedia.

También puede interesarte:

El misterioso hallazgo del ‘Huevo de Oro’ en el fondo del océano Pacífico