Washington.- A medida que nos acercamos a las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el tema del control de armas vuelve a ser relevante entre los votantes, generando un debate intenso en la campaña electoral. Tanto Donald Trump como Kamala Harris han expresado su postura sobre este tema, destacando las posibles regulaciones que podrían implementarse en el futuro.

Kamala Harris, candidata demócrata a la presidencia, ha prometido avanzar hacia políticas que reduzcan la violencia con armas de fuego si llega a la Casa Blanca. Durante su campaña, Harris ha señalado su intención de crear políticas más restrictivas para comprar armas y de aumentar la vigilancia sobre las regulaciones existentes. Además, ha revelado en entrevistas que tanto ella como su compañero de fórmula, Tim Walz, poseen un arma, pero que apoyaría un mayor control en su adquisición.

Por otro lado, el republicano Trump se ha mostrado reticente a incrementar el control de armas, defendiendo el derecho de los civiles a portarlas libremente. A lo largo de su carrera política, ha mantenido esta postura, argumentando que el porte de armas está relacionado con la libertad y la protección personal. A pesar de haber apoyado en 2019 medidas para endurecer el control de armas, se retractó tras una reunión con la NRA, afirmando que el derecho de portar armas de fuego está en peligro.

Estados Unidos es conocido por tener más armas que personas, con cifras alarmantes que muestran que en un solo año se fabricaron 494 millones de armas destinadas a civiles. Los casi 400 tiroteos que se han producido en lo que va del año y la elevada tasa de posesión de armas en la población estadounidense son temas centrales entre los votantes para decidir por el próximo presidente del país.

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