El portaaviones USS Carl Vinson llegó este domingo al puerto surcoreano de Busan en una maniobra conjunta entre Estados Unidos y Corea del Sur . Este despliegue ocurre en un contexto de creciente tensión en la península coreana y representa la primera operación de este tipo desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Su arribo se produce días después de que Corea del Norte realizara pruebas con misiles de crucero .

Un grupo de ataque con poder estratégico

El USS Carl Vinson , un portaaviones de propulsión nuclear de la clase Nimitz , cuenta con varias escoltas y aeronaves de combate avanzadas. Su presencia forma parte de los ejercicios militares conjuntos entre EE.UU. y Corea del Sur, los cuales han sido duramente criticados por Corea del Norte , que los consideran una preparación para una invasión. Estas maniobras tienen como objetivo fortalecer la coordinación entre ambas naciones y reafirmar la alianza entre Seúl y Washington ante las amenazas de Pyongyang . Este despliegue marca la primera vez en un año que un portaaviones estadounidense se posiciona en Corea del Sur .

Corea del Norte responde con pruebas de misiles

La llegada del USS Carl Vinson se produce tras el anuncio de Corea del Norte sobre pruebas de misiles estratégicos de crucero realizadas a principios de la semana. Según la agencia estatal norcoreana KCNA , estos misiles recorrieron más de 1.500 kilómetros y alcanzaron sus objetivos en menos de 8.000 segundos . El líder norcoreano, Kim Jong-un , supervisó la prueba y afirmó que una «fuerza de ataque poderosa» es la mejor defensa del país.Ejército surcoreano confirmó el lanzamiento y detectó múltiples misiles dirigidos al mar Amarillo .

Aumento de tensiones y panorama incierto.

En los últimos meses, las tensiones en la península han aumentado debido a las constantes pruebas de armas de Corea del Norte y los ejercicios militares de EE.UU. y Corea del Sur, que Pyongyang considera provocaciones. Desde su regreso a la Casa Blanca, Donald Trump ha expresado su intención de retomar el diálogo con Kim Jong-un para discutir el programa nuclear norcoreano. Sin embargo, el gobierno de Corea del Norte acusa a EE.UU. y sus aliados de las hostilidades, lo que dificulta cualquier acercamiento diplomático.

Ante este panorama, los analistas creen que Kim Jong-un podría estar más enfocado en fortalecer su relación con Rusia , en lugar de negociar con Washington . Esta cooperación le ha brindado apoyo técnico y respaldo político en foros internacionales, lo que refuerza su posición ante la presión de EE.UU.

El futuro de las negociaciones sigue siendo incierto. Mientras tanto, la península coreana continúa como un foco de tensión mundial , con constantes pruebas de misiles y maniobras militares que amenazan la estabilidad en la región.

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