El número de votos anticipados aumentará sustancialmente en las próximas dos semanas a medida que algunos estados envíen sus boletas por correo y otros abran centros de votación anticipada en persona. Pero es probable que la proporción de votos emitidos anticipadamente siga siendo mucho menor incluso después de que esto suceda.

Virginia, por ejemplo, ha tenido votación anticipada en persona desde finales de septiembre. La gente está saliendo, ya que 459.000 han votado en persona hasta el 10 de octubre.

Sin embargo, eso es aproximadamente un 4% menos que en el mismo momento de 2020.

La noticia más importante es la disminución significativa en las solicitudes de boletas por correo. Esas cifras son un 58% menos que en 2020 en los estados que no envían boletas por correo a todos los votantes.

La caída es especialmente pronunciada en los estados indecisos de Georgia y Carolina del Norte, con descensos del 84% y el 75% respectivamente.

Algo de eso seguramente se debe a la devastación causada por el huracán Helene, pero los centros de población más grandes de ambos estados no se vieron afectados.

Los votantes aquí simplemente no quieren votar por correo cuando tienen ampliamente disponible la votación anticipada en persona.

La caída es menor, pero aún se nota en los tres estados del Medio Oeste. Las solicitudes de voto por correo han disminuido un 59% en Wisconsin, un 36% en Pensilvania y un 24% en Michigan.

Esta es una noticia preocupante para los demócratas, ya que sus votantes han dominado en los últimos años entre los votos por correo.

Joe Biden ganó Pensilvania porque acumuló una ventaja de 1,4 millones de votos con los votantes ausentes, lo suficiente para permitirle sobrevivir a la ventaja de 1,33 millones de votos de Donald Trump con los votantes del día de las elecciones.

El hecho de que probablemente habrá hasta 1 millón menos de boletas por correo en Pensilvania este año significa que los demócratas tendrán que ejecutar un juego de terreno superior simplemente para mantenerse al nivel de su desempeño de 2020.

También hay una señal ominosa de Virginia de que los republicanos han aprendido a jugar el juego de la votación anticipada. Si bien la votación anticipada ha disminuido en general con respecto a 2020, se han emitido muchos más votos en los distritos del Congreso más republicanos que en los escaños demócratas seguros.

Una comparación entre el norte de Virginia, profundamente demócrata y con educación universitaria, con las áreas blancas profundamente republicanas y no universitarias de la Virginia rural pinta un panorama aún más sombrío.