El presidente francés, Emmanuel Macron, ha dejado claro una vez más su negativa al tratado entre la Unión Europea y Mercosur en su estado actual. Durante una conversación con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en Montevideo, Macron expresó su oposición al acuerdo que se encuentra en proceso de negociación.

Francia se ha posicionado como el principal obstáculo para la finalización de este acuerdo, a pesar del apoyo de países como Alemania y España. Macron insiste en la defensa de la soberanía agrícola francesa y ha manifestado su preocupación por los posibles efectos negativos que el tratado podría tener en sectores como la agricultura y la ganadería.

Protestas en Francia

La postura de Macron va en línea con las protestas que han tenido lugar en Francia en contra de este acuerdo. Las organizaciones agrarias francesas han organizado manifestaciones para expresar su desacuerdo con el tratado, lo que llevó al primer ministro a convocar un debate parlamentario para evidenciar la oposición del país a la propuesta de la UE.

A pesar de la firme postura de Macron, la presidenta de la Comisión Europea ha destacado la importancia del acuerdo entre la UE y Mercosur, calificándolo como el «mayor acuerdo comercial y de inversiones nunca visto». Von der Leyen ha expresado su optimismo y ha instado a trabajar juntos para superar los obstáculos y lograr un acuerdo beneficioso para ambas regiones.

El proyecto de tratado, que lleva en discusión desde 1999, tiene como objetivo eliminar los aranceles entre la UE y Mercosur para crear un mercado amplio con más de 700 millones de consumidores potenciales. Aunque se cerró un acuerdo político en junio de 2019, no ha sido ratificado debido a las reticencias de algunos países, entre ellos Francia.

La resistencia de Francia y de otros Estados miembros como Polonia es un desafío para la finalización del tratado, ya que se requiere una mayoría de apoyo dentro de la UE. Sin embargo, Alemania, España y otros países están presionando para que las negociaciones concluyan lo antes posible.

Italia también juega un papel crucial en este escenario. El ministro italiano de Agricultura ha expresado su oposición al acuerdo y ha pedido garantías de que los agricultores sudamericanos cumplan con las mismas normativas que los europeos. La posición de Italia podría influir en el desenlace de las negociaciones.

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