Ohio, Estados Unidos.- La empresa ferroviaria dueña del tren descarrilado en Ohio, no asistió a una junta informativa con los habitantes del pueblo afectado por el accidente. Los pobladores de East Palestine se mostraron enojados, ya que siguen sin recibir respuestas sobre el peligro de los residuos tóxicos derramados por el tren.

La reunión se llevó a cabo la noche del pasado miércoles en el gimnasio de una escuela secundaria del pueblo. En esta, se reunieron tanto habitantes del lugar como sus representantes e incluso tuvo la presencia de un congresista norteamericano. El objetivo de la reunión era resolver las dudas y preocupaciones debido al incidente, así como el potencial daño que podría causar a la comunidad.

Sin embargo, horas antes de la reunión, la empresa ferroviaria dueña del tren, Norfolk Southern, anunció que no asistiría a dicho evento. Esto levantó enojo entre la comunidad, quienes acusan a la empresa de no mantener una comunicación transparente desde el accidente ocurrido hace ya casi dos semanas.

La gente de Norfolk Southern argumentó que su inasistencia se debe a que temen por su seguridad. Esto debido a que temen una reacción violenta por parte de los habitantes del pueblo. Por su parte, los ciudadanos de East Palestine expresaron sentirse preocupados debido a que no saben con certeza la toxicidad de los residuos que envenenan al pueblo.

Tras el descarrilamiento, los residentes comenzaron a notar la muerte repentina de peces en el río, así como de gallinas y otros animales. Los perros cayeron enfermos e incluso personas reportaron malestares.

Lamentablemente, ni las autoridades ni la empresa han sido capaces de explicar la magnitud del problema. Se espera que este jueves el encargado de la Agencia de Protección Ambiental de EU visite el pueblo.

Con información de la BBC.

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