El Gobierno español, dirigido por el presidente Pedro Sánchez del partido socialista, logró la aprobación de una amplia reforma fiscal en el Congreso de los Diputados. Después de intensas negociaciones con los diferentes grupos parlamentarios, la nueva ley ha sido aprobada por 178 votos a favor frente a 171 en contra.

La nueva legislación fue respaldada por partidos de izquierda independentista y nacional, así como por la derecha nacionalista vasca y catalana. Sin embargo, uno de los aspectos más llamativos de esta reforma es la eliminación del impuesto especial al sector energético, una medida que ha generado controversia y acuerdos inesperados en el parlamento.

Partidos como el PNV y JxCat, que han mantenido una estrecha relación con multinacionales como Iberdrola, Repsol y Naturgy, han presionado para que este impuesto no sea renovado. A cambio de su respaldo, han pedido la creación de una «comisión negociadora» para abordar este tema en el futuro.

Además de la eliminación del impuesto especial a las energéticas, la reforma fiscal incluye otras medidas importantes. Entre ellas, se destaca el aumento de los impuestos a los carburantes y al diesel, así como al sector bancario, manteniendo un gravamen que caducaba este año.

Uno de los aspectos más relevantes de esta reforma es el aumento del impuesto para las entidades financieras cuyo margen de intereses y comisiones supere los cinco mil millones de euros. Este impuesto variará entre el 1% y el 7%, dependiendo del monto de ingresos de las entidades.

Además, se han incluido medidas para aumentar los impuestos a las rentas del ahorro superiores a 300 mil euros, cambios normativos para combatir el fraude fiscal en el sector de los hidrocarburos, y la aplicación de impuestos a los vapeadores y al tabaco, entre otras medidas.

También te puede interesar:

• Matt Gaetz declinó su candidatura para ser el fiscal general de Trump