Begoña Gómez ha declarado durante una media hora en Madrid y sólo respondiendo a las preguntas de su abogado ante el controvertido juez Juan Carlos Peinado, que hace nueve meses abrió una causa contra la mujer del presidente del Gobierno español, tras admitir a trámite una denuncia presentada por una organización ultraderechista que se basaba en recortes de prensa, algunos con noticias falsas.

Desde entonces, el magistrado ha protagonizado escenas inauditas como cuando el pasado verano acudió a la residencia presidencial, el Palacio de la Moncloa, para tomar declaración a Pedro Sánchez, aunque el presidente del Gobierno se acogió a su derecho a no declarar contra su cónyuge, como contempla la ley española.

En abril, el juez Peinado decidió investigar a Begoña Gómez por tráfico de influencias y corrupción en los negocios, aunque nueve meses después no ha encontrado indicios de delito.

Esta es la tercera ocasión en la que la mujer del presidente acude al juzgado, y lo ha hecho por la supuesta apropiación indebida de un software que se creó para la cátedra que Gómez dirigía en la Universidad Complutense de Madrid y que registró a su nombre. En su declaración de este miércoles, Begoña Gómez ha asegurado que nunca pretendió apropiarse de ese software informático, y que lo puso a disposición de la universidad pública madrileña.