El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tiene previsto rubricar una orden ejecutiva el viernes, imponiendo sanciones secundarias a los bancos que continúen respaldando financieramente a empresas involucradas en el apoyo a la maquinaria militar rusa en su agresión a Ucrania.

Esta medida representa un paso adicional en la estrategia para dificultar el apoyo material a la base industrial de defensa de Rusia y obstaculizar sus esfuerzos por fortalecer su capacidad militar.

A lo largo del conflicto, Estados Unidos y sus aliados han aplicado diversas sanciones que han impactado significativamente la capacidad de Rusia para acceder a bienes y tecnología necesarios para la construcción de armas.

A pesar de las sanciones anteriores, el Kremlin ha respondido de manera astuta, dedicando «tiempo y recursos considerables» para eludir las restricciones mediante la creación de empresas pantalla con intermediarios financieros.

Esta nueva orden ejecutiva busca abordar específicamente el papel de los bancos en este proceso, persiguiendo aquellos que facilitan el envío de bienes cruciales al complejo militar industrial ruso y continúan haciendo negocios con Moscú.

Se presenta como una herramienta más precisa y quirúrgica para combatir la capacidad de Rusia para construir armas y fomentar su agresión a Ucrania.

La Casa Blanca destaca que esta orden ejecutiva es la primera en aprobar una herramienta con sanciones secundarias dirigida a instituciones financieras durante el conflicto actual.

Su enfoque quirúrgico tiene como objetivo desincentivar el comportamiento que respalda la capacidad de Rusia para construir armas, al mismo tiempo que mantiene los objetivos tradicionales de las sanciones: negar a Rusia el acceso a ingresos necesarios para la guerra y poner obstáculos en la maquinaria bélica del país.

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