Estados Unidos ha enviado a 10 miembros de la banda venezolana Tren de Aragua a la base de Guantánamo, en Cuba. La Casa Blanca anunció esta medida, generando polémica a nivel internacional.

Según la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, los primeros vuelos con estos pandilleros llegaron a la Bahía de Guantánamo desde El Paso, Texas.

El Pentágono confirmó que se trata de «10 extranjeros ilegales de alto riesgo» que ahora están detenidos en instalaciones vacías.

Aunque no se han detallado los delitos que llevaron a su traslado, esta acción forma parte de la política migratoria del presidente Donald Trump, quien ha ordenado preparar Guantánamo para recibir a migrantes considerados «criminales» en situación irregular.

El gobierno de Venezuela, liderado por Nicolás Maduro, acordó recientemente aceptar el regreso de sus ciudadanos expulsados de EE.UU., incluidos pandilleros. Sin embargo, la situación de estos detenidos sigue causando controversia.

La prisión de Guantánamo fue inaugurada en 2002 como parte de la «guerra contra el terrorismo» tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. Desde entonces, ha albergado prisioneros capturados en operaciones militares, así como solicitantes de asilo y refugiados detenidos en el mar.

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