Washington, DC .- Estados Unidos anunció este miércoles que no renovará la licencia 44 que alivia las sanciones al petróleo y gas de Venezuela. Esta decisión se debe a que el gobierno venezolano ha impedido que los opositores se presenten a las elecciones y ha reprimido a activistas, según funcionarios estadounidenses.

La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) informó que «reemplazará» la licencia 44 por otra que permitirá la liquidación de las transacciones pendientes antes del 31 de mayo. Además, se aclaró que Washington podrá emitir «licencias específicas» caso por caso si las compañías lo solicitan.

Las sanciones a la industria petrolera de Venezuela fueron inicialmente impuestas por el gobierno del entonces presidente Donald Trump en 2019, tras disputas relacionadas con la victoria electoral de Maduro. A pesar del alivio parcial de las medidas desde octubre pasado, Estados Unidos ha decidido restablecer las sanciones debido al incumplimiento de compromisos por parte de Maduro.

«Aunque Maduro ha cumplido algunos compromisos, sigue habiendo áreas en las que se quedan cortos, como la descalificación de candidatos y partidos por tecnicismos y la represión continua contra figuras de la oposición y la sociedad civil», afirmó un funcionario.

La licencia general de seis meses, vigente hasta el momento, expirará sin renovación poco después de las 5:00 GMT del jueves, según fuentes cercanas al gobierno de Joe Biden. Esta decisión representa un giro en la relación entre Estados Unidos y Venezuela, y podría tener un impacto significativo en la economía venezolana.

El restablecimiento de las sanciones petroleras a Venezuela ha generado incertidumbre en el mercado internacional, ya que el país sudamericano es uno de los principales exportadores de petróleo en la región. Se espera que esta medida tenga repercusiones tanto en Venezuela como en Estados Unidos, con posibles cambios en el precio del crudo y en las relaciones diplomáticas entre ambos países.

Expertos en geopolítica y economía han expresado su preocupación por las consecuencias de esta decisión, destacando la importancia de encontrar una solución negociada que permita estabilizar la situación en Venezuela y garantizar el respeto a los derechos humanos.