La fiscalía estadounidense ha lanzado un duro golpe contra una empresa química china, y varios de sus empleados de exportar ilegalmente precursores del fentanilo hacia Estados Unidos.

Según el Departamento de Justicia, esta acción ilegal ha contribuido a alimentar la crisis del fentanilo en el país norteamericano, donde esta droga sintética ha causado estragos en la población.

La empresa Hubei Aoks Bio-Tech Co. Ltd. con sede en Wuhan, ha sido encausada por un gran jurado federal con 13 cargos relacionados con la venta de precursores de fentanilo utilizados para la fabricación de millones de pastillas destinadas al mercado estadounidense.

De acuerdo con el comunicado oficial del departamento, tanto el director de la empresa como su jefe de ventas obtuvieron beneficios económicos al exportar conscientemente materiales que alimentan esta peligrosa crisis.

Uno de los aspectos más alarmantes de esta situación es que Hubei Aoks importó las sustancias químicas, junto con un potente tranquilizante conocido como «tranq», camuflándolos entre piezas de muebles, maquillaje y otros artículos. Esto permite eludir los controles aduaneros y poner en peligro la vida de miles de personas en Estados Unidos.

El Ministerio de Seguridad Pública de China ha anunciado que está investigando el caso en base a las pruebas proporcionadas por Estados Unidos. Según la agencia estatal de noticias Xinhua, se han detenido a cuatro sospechosos hasta el momento, en un intento por esclarecer esta grave situación.

Colaboración entre China y EU

Cabe resaltar que China impuso en septiembre nuevos controles sobre las sustancias químicas utilizadas para fabricar fentanilo, tras varias rondas de conversaciones con Washington.

Antes de estas negociaciones, la Agencia Antidroga estadounidense señaló que China era la principal fuente de todas las sustancias relacionadas con el fentanilo que llegan a Estados Unidos, lo que ha llevado a una escalada en las muertes por sobredosis en el país.

El fentanilo es responsable de aproximadamente 75 mil muertes por sobredosis al año en Estados Unidos, siendo la principal causa de mortalidad en la población de 18 a 49 años. Ante esta alarmante situación, las autoridades continúan trabajando para frenar el tráfico y consumo de esta droga sintética que ha devastado tantas vidas en el país.

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