El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, es declarado culpable de tráfico de drogas en un tribunal de Estados Unidos luego de una extensa investigación que reveló su participación en una conspiración corrupta y violenta de narcotráfico. Hernández, quien ocupó el cargo de presidente durante dos mandatos, habría colaborado con organizaciones de narcotráfico en Honduras, México y otros lugares para facilitar la importación de cientos de miles de kilogramos de cocaína a los Estados Unidos.

Según la acusación formal, Hernández habría recibido millones de dólares a cambio de utilizar su cargo público, las fuerzas del orden público y el ejército para apoyar las operaciones de tráfico de drogas.

El fiscal general de Estados Unidos, Merrick B. Garland, declaró: “El Departamento de Justicia está comprometido en desarticular las redes de tráfico de drogas que tanto daño causan a la sociedad. No importa cuán lejos tengamos que llegar, estamos decididos a proteger a nuestras comunidades y nuestro país de los delitos violentos”.

Por su parte, el fiscal federal para el Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams, expresó su preocupación por la colaboración de Hernández con narcotraficantes internacionales. “Se alega que Hernández se asoció con algunos de los narcotraficantes más peligrosos del mundo para establecer un imperio corrupto y violento basado en el tráfico ilegal de toneladas de cocaína hacia Estados Unidos. Esto representa un grave peligro para la seguridad nacional y demuestra la importancia de desarticular estas redes criminales”.

La noticia del fallo en contra del expresidente hondureño genera un debate sobre la corrupción en América Latina y la complicada relación entre política y narcotráfico en la región.