El Departamento de Estado de Estados Unidos está instando a los ciudadanos estadounidenses a abandonar el Líbano, esto debido al conflicto entre Hezbolá e Israel y las recientes explosiones en el país.

La autoridades recomendaron a los ciudadanos que consideren la opción de abandonar el país mientras todavía haya vuelos comerciales disponibles, ya que la capacidad de estos vuelos es limitada. Además, se advierte a aquellos que decidan quedarse que estén preparados para refugiarse en el lugar si la situación empeora.

EU advierte que no podrá ayudar a quien decida quedarse

«Consulte las opciones de vuelo en el Aeropuerto Internacional Rafic Hariri de Beirut. Es posible que la Embajada de Estados Unidos no pueda ayudar a los ciudadanos estadounidenses que decidan quedarse», afirma el Departamento de EE.UU.

También se les insta a evitar viajar al Líbano debido a la delincuencia, el terrorismo, los disturbios civiles, los secuestros, las minas terrestres sin explotar y el riesgo de conflicto armado, especialmente en zonas cercanas a las fronteras.

Israel bombardea el sur de Líbano

Israel continúa su ofensiva en el sur de Líbano, con un ataque a gran escala que involucra «decenas» de aviones de la Fuerza Aérea. El bombardeo se produce después de un ataque en Beirut que mató a 37 personas, incluidos altos mandos de Hezbolá.

«Durante la última hora, hemos lanzado un ataque a gran escala en el sur de Líbano, después de identificar preparativos de Hezbolá para disparar contra territorio israelí. decenas de aviones de la Fuerza Aérea participaban en esa operación», declaró por la noche el portavoz del ejército, Daniel Hagari.

Previamente, Israel había atacado en esa zona miles de plataformas de lanzamiento de cohetes listas para ser utilizadas. Por su parte, Hezbolá anunció que ha disparado decenas de cohetes contra posiciones militares en el norte de Israel.

La situación en la región sigue siendo tensa, con temores de una escalada hacia una guerra total. Mientras tanto, en Gaza, la Defensa Civil reporta la muerte de al menos 21 personas en un bombardeo israelí a una escuela que servía como refugio para desplazados. Según el ejército israelí, la escuela era utilizada como base por «terroristas».