El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, anunció una nueva política migratoria dirigida contra funcionarios extranjeros que incurran en actos de censura digital. Según Rubio, algunos gobiernos han intentado restringir la libertad de expresión de ciudadanos estadounidenses y presionar a plataformas con sede en Estados Unidos, sin tener jurisdicción legal.

“En algunos casos, funcionarios extranjeros han tomado medidas de censura flagrantes contra empresas tecnológicas estadounidenses y ciudadanos estadounidenses sin tener la autoridad para hacerlo”, declaró.

La nueva política contempla restricciones de visado para aquellas personas identificadas como responsables de prácticas de censura contra voces o plataformas norteamericanas. Rubio calificó de “inaceptable” que funcionarios extranjeros emitan órdenes de arresto por publicaciones en redes sociales o presionen a plataformas para moderar contenidos.

Aunque no se mencionaron países específicos, el anuncio surge tras el enfrentamiento entre la red social X y la Corte Suprema de Brasil en 2024. En ese caso, la justicia brasileña exigió la eliminación de cuentas falsas, provocando tensiones diplomáticas y una campaña pública de Elon Musk en defensa de la libertad digital.

Rubio también aludió indirectamente a presiones de la Unión Europea, que ha exigido a empresas como Meta cumplir con normativas de moderación y verificación de contenidos. En enero, la Comisión Europea advirtió a Meta que sus decisiones podrían vulnerar la regulación digital europea al priorizar políticas estadounidenses por razones políticas internas.

El vicepresidente JD Vance reforzó esta postura en febrero, acusando a gobiernos europeos de “censurar” voces conservadoras y de derecha mediante controles de contenido.

Visas de estudiantes

A nivel interno, la Administración Trump ha endurecido medidas contra estudiantes extranjeros que participaron en protestas propalestinas, revocando visados de forma masiva en universidades.

Además, el gobierno republicano ha suspendido temporalmente la emisión de nuevos visados mientras implementa protocolos de revisión de redes sociales para solicitantes.

Estas medidas generan preocupación entre organizaciones de derechos humanos, que temen una doble moral: criticar la censura extranjera mientras se limitan derechos dentro del país.

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