Un ex-oficial del ejército ruso admitió en una entrevista los casos de tortura que presenció durante su despliegue en Ucrania. También relata brevemente los primeros meses de la invasión y las motivaciones que lo llevaron a desertar y huir del país por miedo a ser reclutado nuevamente.

Su nombre es Konstantin Yefremov, ex-oficial de una unidad de desminado de la 42ª División de Fusileros Motorizados. En una entrevista en exclusiva para la BBC, habló sobre su tiempo en Ucrania, desplegado como soldado de campo en la invasión rusa.

Entre varios detalles sobre la operación y su primer intento de deserción, mencionó que las torturas a soldados ucranianos eran constantes. De acuerdo con su testimonio, uno de los generales de su grupo realizaba repetidas sesiones de tortura a soldados capturados. Estas iban desde humillaciones, amenazas de muerte, tortura psicológica e incluso utilizando armas de fuego.

Según relata, en varias ocasiones los prisioneros no recibían alimento y debían dormir en el suelo. El propio Yefremov admitió que él solía llevar alimentos de contrabando y en ocasiones incluso intentó vestir a soldados ucranianos con uniformes rusos para que recibieran atención médica.

Tras unos meses en el campo, el ex-oficial solicitó regresar a su unidad de desminado, localizada en Chechenia. Una vez aceptada la solicitud, regresó, pero a los pocos días decidió renunciar al ejército. Relata que los oficiales en Rusia lo acusaron de traidor y desertor, además de cobarde por no participar más en la invasión.

Bajo la amenaza de volver al campo, Yefremov se puso en contacto con el grupo de derechos humanos Gulagu. Ellos lo ayudaron a salir del país y escapar de su regreso a la guerra. La entrevista cierra con Yefremov asegurando que nunca disparó a una persona en Ucrania.

Con información de la BBC.

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