Un excolaborador de la DEA de EE. UU. recibió sentencia perpetua el viernes, mientras otro se declaró culpable por el asesinato del expresidente haitiano Jovenel Moïse en 2021.

Ambos estuvieron involucrados en un plan que incluyó enviar mercenarios colombianos para atacar la residencia presidencial.

Moïse fue asesinado a tiros en su dormitorio, dejando un vacío político que permitió a las bandas violentas ampliar su dominio en la capital haitiana.

Joseph Vincent, de doble nacionalidad, admitió su participación en el complot al brindar asesoramiento político.

Frederick Joseph Bergmann Jr., también residente en Florida, se declaró culpable de cargos relacionados con el caso, incluida la falsificación de documentos de exportación para enviar chalecos antibalas a Haití.

Las autoridades haitianas están investigando el caso, incluyendo al primer ministro Ariel Henry y a la viuda de Moïse.

Tras la muerte de Moïse, las bandas armadas han fortalecido su poder, desencadenando una crisis humanitaria y el desplazamiento masivo de personas.

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