París.- El primer ministro de Francia, Michel Barnier, ha recurrido este lunes formalmente al artículo 49.3 de la Constitución para sortear el bloqueo de la Asamblea Nacional a su ley de presupuestos para la Seguridad Social, desencadenando una serie de eventos que podrían cambiar por completo el panorama político del país.

Tras las concesiones hechas en los últimos días y su defensa de la necesidad de diálogo, Barnier ha visto cómo la oposición se ha unido en una amenaza conjunta de moción de censura, desde la izquierda hasta la ultraderecha. La diputada Mathilde Panot, de La Francia Insumisa, ha denunciado el «caos político» y ha confirmado la presentación de una moción de censura, mientras que en la ultraderecha, Agrupación Nacional ha dejado en claro su apoyo a tumbar al Gobierno que consideran «hijo del macronismo«.

Según palabras de Jordan Bardella, líder de Agrupación Nacional, los franceses expresaron en las urnas su deseo de cambiar la dirección del país y la falta de acuerdo presupuestario del Gobierno actual no hace más que acelerar la caída. Marine Le Pen, jefa de Agrupación Nacional en la Asamblea, ha propuesto incluso enmiendas para indexar las pensiones a la inflación, en un intento final por salvar la situación.

Una votación conjunta entre la izquierda y la ultraderecha podría tener suficientes apoyos para derribar al Gobierno, obligando a Emmanuel Macron a abrir una ronda de contactos para nombrar a un nuevo primer ministro. Sin embargo, la falta de acuerdo entre los bloques políticos y la imposibilidad de convocar nuevas elecciones hasta al menos un año después plantea un escenario de incertidumbre para el futuro político de Francia.

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