Expertos en clima y desastres naturales alertaron sobre la creciente frecuencia de fenómenos climáticos extremos en Brasil, pronosticando consecuencias devastadoras para el país sudamericano. Con el reciente desastre climático en Rio Grande do Sul y un récord de desastres naturales el año pasado, la urgencia de tomar medidas frente al cambio climático se hace cada vez más evidente.

El desastre climático registrado en Rio Grande do Sul dejó al menos un centenar de víctimas y devastó la economía de este estado agrícola. Las autoridades estiman que la recuperación podría tardar años, y comparan la situación con la necesidad de un plan Marshall de asistencia, haciendo referencia a la ayuda proporcionada por Estados Unidos a Europa después de la Segunda Guerra Mundial.

Brasil podría enfrentar más desastres naturales

En 2023, Brasil fue escenario de mil 161 desastres naturales, superando un promedio de tres por día. Este número récord de desastres se comenzó a registrar desde 2011, poniendo en alerta a las autoridades y a la población en general. La geografía diversa y variada de Brasil, con regiones propensas a inundaciones en el sur y a sequías en el este, junto con el fenómeno natural de El Niño, contribuyen a la vulnerabilidad del país.

José Marengo, coordinador de investigación del Centro Nacional de Monitoreo y Alertas de Desastres Naturales (Cemaden), señaló que el calentamiento global está exacerbando la frecuencia y la intensidad de los eventos climáticos extremos en Brasil. Según Marengo, esta tendencia continuará en los próximos años.

El cambio climático es palpable en Brasil

Las precipitaciones extremas del año pasado causaron la muerte de al menos 132 personas, dejando más de 9 mil heridos y 74 mil personas sin hogar. Los daños materiales estimados superaron los 5 mil millones de reales.

La deforestación y los incendios forestales también están contribuyendo al aumento de las emisiones de dióxido de carbono en Brasil. La reducción de los bosques para la expansión de actividades agropecuarias está disminuyendo la capacidad de absorber estos gases, agravando el calentamiento global. Entre enero y abril de este año, se registraron más de 17 mil incendios forestales, más de la mitad de ellos en la región amazónica.

Los expertos advierten que si no se toman medidas urgentes para adaptarse al cambio climático, Brasil seguirá enfrentando tragedias climáticas cada vez más devastadoras. Es fundamental que los gobiernos estatales y la sociedad en su conjunto tomen conciencia.

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