El icónico festival contracultural Burning Man, celebrado en el desierto de Black Rock, Nevada, se vio sumido en el caos debido a una inusual tormenta de final de verano que dejó a miles de asistentes varados en el lodo y sin acceso a retretes funcionales.

A pesar de los desafíos, el espíritu festivo prevaleció entre los participantes.

La situación se agravó cuando se informó de un fallecimiento, aunque las autoridades no proporcionaron detalles sobre este trágico suceso.

Como medida de precaución, los organizadores del festival cerraron el acceso de vehículos, lo que afectó la logística del evento.

El Burning Man, un festival de una semana de duración que atrae a casi 80,000 artistas, músicos y activistas de todo el mundo, se caracteriza por su mezcla de campamentos en la naturaleza y presentaciones artísticas.

Sin embargo, en los últimos años, ha enfrentado desafíos, como tormentas de arena en 2018 y cancelaciones durante la pandemia de la COVID-19.

Inusual tormenta causa caos en el festival Burning Man

A pesar de las dificultades, muchos de los asistentes al festival se mantuvieron optimistas.

Scott London, un fotógrafo del sur de California, comentó:

«Estamos un poco sucios y lodosos, pero tenemos alto el ánimo. La fiesta sigue». La restricción de viajes debido a las condiciones climáticas proporcionó a los participantes una perspectiva única del evento.

El festival se ha convertido en un símbolo de autosuficiencia, y la mayoría de los asistentes traen sus propios suministros, incluyendo alimentos y agua.

Ante el cierre de carreteras, los participantes tuvieron que enfrentar el lodo a pie, algunos descalzos o usando bolsas de plástico para proteger sus pies.

La famosa figura de la música, DJ Diplo, compartió en Instagram un video en el que se le ve junto al comediante Chris Rock viajando en la parte trasera de una camioneta de un admirador, después de caminar casi 10 kilómetros a través del barro.

A pesar de las dificultades, la comunidad en el Burning Man demostró su resiliencia y se centró en disfrutar del espíritu festivo.

Muchos compartieron selfies cubiertos de lodo, bailando y disfrutando de los lagos improvisados formados por la lluvia.

El festival Burning Man es conocido por su eslogan «No dejes rastro» y la idea de crear una comunidad temporal basada en la autosuficiencia y la creatividad.

Aunque la tormenta trajo desafíos inesperados, los participantes demostraron una vez más su capacidad para adaptarse y mantener vivo el espíritu de la celebración.

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