Seúl.- La fiscalía surcoreana solicitó este viernes la extensión de la detención del presidente destituido Yoon Suk Yeol, quien se niega a declarar sobre la imposición de la ley marcial en diciembre. Esta medida sumió al país en una grave crisis política y provocó una moción de destitución examinada actualmente por el Tribunal Constitucional.

Yoon se convirtió en el primer presidente surcoreano arrestado en funciones, después de que los diputados lograran tumbar la iniciativa de la ley marcial. Un nuevo arresto se solicitó antes de que la orden judicial que permitió su captura expirara este viernes. De ser aprobada, esta solicitud extenderá su detención por 20 días para formalizar las acusaciones.

La Oficina de Investigación de la Corrupción convocó a Yoon para un interrogatorio el viernes, pero su abogado confirmó que se negó a comparecer. Seok Dong-hyeon, otro de sus letrados, mencionó a la prensa que Yoon ya había explicado su posición a los investigadores y consideraba que no había motivos para responder a sus preguntas.

Tras su arresto, las autoridades interrogaron a Yoon por varias horas el miércoles, pero se acogió a su derecho a permanecer en silencio. En un comunicado emitido por sus abogados, el dirigente manifestó sentirse bien y agradeció el apoyo de los ciudadanos en este momento difícil para el país.

Durante semanas, Yoon evitó ser arrestado, refugiándose en su residencia en Seúl con la protección de la guardia presidencial y sus seguidores. Sin embargo, el miércoles cientos de agentes de la policía y la agencia anticorrupción lograron detenerlo tras un allanamiento.

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