El Senado y la Cámara Baja de Florida aprobaron un proyecto de ley que prohíbe a las personas transgénero usar los baños públicos según su identidad de género.

El proyecto ha generado críticas de representantes demócratas y organizaciones que defienden los derechos humanos, que lo califican como un intento pernicioso y sistemático de deshumanizar a una comunidad marginada.

El proyecto de ley establece que los baños públicos deben ser utilizados según el sexo de la persona, incluyendo aquellos ubicados en escuelas públicas, edificios gubernamentales, centros de detención y prisiones.

Quienes no cumplan con esta normativa podrían enfrentar cargos por allanamiento. Existen algunas excepciones, como el uso del baño por parte de niños menores de 12 años, personas mayores y personas con alguna discapacidad.

En el mismo estado, también se aprobó una propuesta que prohíbe que menores de 18 años se sometan a cirugías de reasignación de sexo y reciban terapia hormonal.

La aprobación de estas medidas ha sido criticada por diversos grupos que consideran que ponen en riesgo la vida y el bienestar de las personas trans y no binarias, especialmente si son jóvenes.

Mientras tanto, los legisladores republicanos sostienen que se trata de una medida necesaria para mantener la seguridad pública, la decencia, el decoro y la privacidad en los baños públicos.

Las opiniones sobre el tema están divididas y la aprobación del proyecto ha generado polémica en las redes sociales y en distintos sectores de la sociedad.

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