Nicaragua.- Una adolescente embarazada identificada como Britney Oliva, de 17 años, fue asesinada de 30 puñaladas por negarse a abortar.

El cuerpo de la víctima fue localizado en un vertedero de basura luego de tres días de estar desaparecida. Mientras que las autoridades indicaron que en el arma que se empleo para asesinarla había rastros de sangre de su novio, por lo que fue detenido como principal sospechoso.

Por su parte, Santos Isidra Meza, abuela de la menor, relató que aquel día el hecho que su nieta no llegará a su casa, les indicó que algo estaba mal.

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Tras ello, la familia pasó toda la noche en vela esperando la llegada de Oliva y al día siguiente pegaron volantes con su fotografía. Mientras la búsqueda seguía, la madre de la víctima inició a sospechar del novio de su hija.

Al paso de tres días, un poblador halló el cuerpo de la víctima en un vertedero de basura con más de 30 puñaladas. Las autoridades indican que por el contexto en que estaba el cuerpo, la adolescente embarazada había intentado pedir ayuda.

Las averiguaciones revelaron que la menor estaba embarazada y que la última vez que fue vista estaba con su novio. De igual manera, se descubrió que el feminicidio se había cometido debido a que la joven se negó a abortar.

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