El gobierno de Chile vive uno de sus momentos más complicados con la denuncia de abuso sexual y violación por parte del ex subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, contra una funcionaria.

Esta situación ha empañado la gestión del presidente Gabriel Boric, quien recibió la versión de los hechos directamente de Monsalve antes de que la noticia saliera a la luz.

El caso de Monsalve, quien estaba a cargo de la seguridad pública, ha causado conmoción en la opinión pública y ha debilitado la credibilidad de las instituciones del país.

La oposición derechista está aprovechando este escándalo para desacreditar al gobierno feminista de Boric, especialmente de cara a las elecciones municipales que se celebrarán el domingo.

Boric se complicó aún más al no informar a las autoridades competentes sobre el delito cometido por su subordinado, y al tratar de explicar la situación en una comparecencia que solo generó más dudas y críticas.

Los hechos ocurrieron en un hotel de la capital, donde Monsalve llevó a la víctima bajo la influencia del alcohol después de una cena de trabajo.

A pesar de que la denuncia se presentó el 14 de octubre, Monsalve no ha sido formalizado aún y ha contratado a una reconocida abogada para defenderse.

Monsalve, médico de profesión y militante del Partido Socialista, enfrenta una situación complicada que podría afectar sus planes políticos a futuro.

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