En Londres un rebaño de cabras que vive en una granja urbana lleva días comiendo árboles de Navidad usados y donados por los residentes locales.

Esta acción, además de ser una ayuda sostenible, funge como proyecto para financiar la granja.

Las ocho cabras que se encuentran en la granja Kentish Town City Farm, no se cansan de los abetos desechados.

Angela Woods, directora de la asociación que gestiona las instalaciones, explica como fue que inicio el proyecto.

«El proyecto comenzó el año pasado por accidente, cuando uno de nuestros empleados, que siente verdadera debilidad por las cabras, vio un video de cabras comiendo árboles de Navidad y pensó: ‘oh, podría probarlo'»

«Y, efectivamente, se pusieron a engullirlos», añadió.

Las agujas de pino no sólo son un manjar para las cabras, sino que también un «desparasitador natural», explicó de igual manera Angela Woods.

Las cabras se comen todas las partes del árbol a excepción del tronco.

Woods al ser pionera en este proyecto el año pasado, ha ampliado la capacidad de la granja a unos 650 árboles. De los cuales los más tiernos van al estómago de las cabras y los demás serán triturados para hacer virutas con las que se decoraran los caminos de un parque cercano a la granja.

Para lo habitantes de la ciudad que no cuentan con jardines ni chimeneas, deshacerse de los árboles de Navidad que normalmente se retiran el 6 de enero, es un gran dolor de cabeza.

Por lo que este proyecto es una «solución perfecta y es estupendo para las cabras y para la granja», comenta Woods