Minsk.- Tras el levantamiento del pasado sábado, el grupo mercenario Wagner ya tiene un nuevo hogar. Las negociaciones con el Kremlin no solo han otorgado seguridad a los paramilitares, sino también un nuevo hogar en la vecina Bielorrusia.

Las negociaciones entre el grupo mercenario y el Kremlin no acontecieron de forma directa. En vez de enviar un emisario de Moscú, el presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, fue el delegado encargado de llegar a una solución con el grupo mercenario.

Tras una reunión privada que duró unas horas, el líder de Wagner, Yevgeny Prigozhin, ordenó a sus tropas retirarse, ya que el acuerdo ofrecido por el gobierno cumplía con sus exigencias y así evitar “un derramamiento innecesario de sangre rusa”.

¿Qué se acordó entre Wagner y Rusia?

La primera garantía acordada por ambas partes fue el retiro de cargos en contra de Wagner, tanto de sus soldados como de sus dirigentes. Esto significa que la declaración de Vladimir Putin sobre castigar a los traidores sería olvidada, otorgando el perdón al grupo mercenario.

Adicionalmente, se le ha otorgado asilo al grupo Wagner en la vecina Bielorrusia. Ahora, este país concentrará su sede central del grupo paramilitar. No hay que olvidar que Bielorrusia es uno de los países aliados más cercanos al Kremlin, por lo que su función como mediador era clave en este enfrentamiento.

Las fuerzas de Wagner también regresarán a sus campamentos en Ucrania. El grupo paramilitar ha sido uno de los activos más valiosos de Rusia en los últimos meses. Gracias a su despliegue, el ejército ruso pudo obtener el control sobre la ciudad de Bajmut, la cual llevaban disputando con el ejército ucraniano desde el inicio de la guerra.

Algunos medios rusos han indicado que Yevgeny Prigozhin podría obtener un importante cargo dentro del ministerio de defensa de Rusia. Esta información no ha sido corroborada de forma independiente hasta ahora.

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