Yoav Gallant, ministro israelí de Defensa, dijo en un video transmitido por las principales cadenas de televisión israelíes que los terroristas de Hamás están huyendo hacia el sur y que los civiles están saqueando las bases de la organización. Aunque no ofreció pruebas contundentes, Gallant aseguró que los civiles ya no creen en el gobierno de Hamás.

Los bombardeos de Israel sobre Gaza se intensificaron después de que Hamás llevara a cabo un ataque el 7 de octubre. En estos momentos, las tropas israelíes están avanzando por tierra en el norte del territorio, librando la mayoría de los combates en la ciudad de Gaza, donde todavía se encuentran decenas de miles de civiles atrapados en medio del conflicto.

De acuerdo con fuentes militares israelíes citadas por diversos medios, antes del 7 de octubre, Hamás contaba con alrededor de 30,000 combatientes en Gaza, distribuidos en cinco brigadas regionales, 24 batallones y aproximadamente 140 compañías.

Sin embargo, según estas mismas fuentes, los batallones de Hamás en el norte de la Franja de Gaza han sufrido «golpes significativos» en las últimas semanas, debilitando considerablemente sus ataques y provocando un gran número de bajas.

La situación humanitaria en Gaza es cada vez más alarmante, con cortes en el suministro de agua potable, energía y medicamentos. Las organizaciones humanitarias internacionales piden un alto el fuego en la región y denuncian las dificultades para brindar ayuda a los civiles afectados.

Según el Ministerio de Salud del gobierno de Hamás, los bombardeos israelíes han dejado un saldo de 11,240 personas fallecidas en Gaza, mayoritariamente civiles, entre ellos 4,630 niños. Por su parte, las últimas cifras oficiales israelíes indican que el ataque del movimiento islamista ha causado alrededor de 1,200 muertes, en su mayoría civiles.

La afirmación del ministro israelí de Defensa sobre la supuesta pérdida de control de Hamás sobre Gaza genera incertidumbre sobre el futuro de la región y el posible desenlace del conflicto.