El grupo armado Hezbolá del Líbano lanzó un ataque contra zonas del norte de Israel, luego de que bombardeos israelíes causaran la muerte de tres personas al sur de Líbano, incluidos dos miembros del movimiento islamista pro-iraní. El comunicado emitido por Hezbolá detalló que el ataque fue dirigido específicamente al cuartel general del mando militar Al Manara y a una reunión de las fuerzas del 51º Batallón de la Brigada Golani.

La situación en la frontera entre Líbano e Israel se vuelve cada vez más tensa, con intercambios de disparos frecuentes desde el inicio de la guerra entre el ejército israelí y Hamás en Gaza el 7 de octubre. Hezbolá, por su parte, incrementa sus acciones militares contra objetivos israelíes a raíz de las tensiones entre Israel e Irán, especialmente después de un ataque contra el consulado de la República Islámica en Damasco el 1 de abril, atribuido a Israel.

Ataque con drones y misiles

El grupo terrorista calificó el ataque como «complejo» y afirmó que fue realizado con drones explosivos y misiles guiados, con el objetivo de golpear a las fuerzas militares enemigas en una de las zonas más sensibles de Israel. La escalada de violencia entre ambas partes ha generado preocupación en la comunidad internacional, que teme que el conflicto pueda intensificarse aún más en los próximos días.

El primer ministro de Israel, Naftali Bennett, condenó enérgicamente el ataque de Hezbolá y prometió una respuesta contundente por parte de las fuerzas armadas israelíes. Bennett afirmó que Israel no tolerará ningún acto de agresión por parte de grupos terroristas y garantizó que se tomarán todas las medidas necesarias para proteger la seguridad de los ciudadanos israelíes.

Por su parte, el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, justificó el ataque como una respuesta legítima a las agresiones israelíes en territorio libanés y en apoyo a la causa palestina. Nasrallah reiteró su compromiso con la resistencia armada contra Israel y aseguró que Hezbolá continuará defendiendo los intereses de los palestinos y de la región en su conjunto.

La situación en la frontera entre Líbano e Israel sigue siendo volátil, con ambas partes en alerta máxima y listas para responder a cualquier provocación.