Tel Aviv.- El domingo pasado, el movimiento libanés Hezbolá sorprendió al lanzar unos 150 cohetes, misiles de crucero y drones en una zona más amplia y profunda del norte de Israel. Este ataque provocó que miles de personas buscaran refugio ante la amenaza inminente, mientras que el ejército israelí alertaba sobre el peligro de estos proyectiles dirigidos hacia áreas civiles.

Según fuentes militares israelíes, algunos de los cohetes lanzados por Hezbolá llegaron a caer cerca de la ciudad de Haifa, generando un clima de tensión e incertidumbre en la región. Este ataque marcó un cambio significativo en las tácticas del grupo libanés, ya que en el pasado se habían centrado en objetivos militares en su conflicto con Israel.

Por su parte, Hezbolá justificó su acción como una respuesta a los repetidos ataques israelíes en territorio libanés, que han cobrado la vida de numerosos civiles. El movimiento armado afirmó haber atacado dos veces la base y aeropuerto de Ramat David, ubicados a unos 45 kilómetros de la frontera, empleando cohetes Fadi-1 y Fadi-2 en su ofensiva.

El bombardeo de Hezbolá contra Israel se produce en un contexto de creciente escalada en la región, que ha sido alimentada por un ataque aéreo israelí en Beirut el viernes anterior. Este ataque provocó la muerte de al menos 45 personas, incluidos dos líderes de Hezbolá, así como mujeres y niños, exacerbando las tensiones entre ambos bandos.

Hezbolá ataca a Israel con cientos de misiles

Ante esta situación, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha manifestado su determinación de continuar con los ataques contra Hezbolá y de intensificar las acciones militares en la región. Netanyahu enfatizó que Israel no tolerará los ataques contra sus habitantes y ciudades, y advirtió a Hezbolá sobre las consecuencias de sus acciones provocativas.

Cabe destacar que esta escalada en el conflicto entre Israel y Hezbolá se produce luego de que el grupo armado libanés sufriera recientemente un duro golpe por parte de las fuerzas israelíes. Un sofisticado ataque previo provocó la explosión de miles de bíperes y walkie-talkies pertenecientes a Hezbolá, lo que podría haber debilitado su capacidad de comunicación y logística en la región.

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