En Montpellier, Francia, autoridades detuvieron a un jardinero, de 34 años, tras admitir que drogó, violó y filmó a 15 mujeres, algunas menores de edad. Su modus operandi recuerda al caso de Dominique Pelicot y su esposa Gisèle, donde el agresor drogaba a su pareja para entregarla a otros hombres.

El hombre, cuya identidad no ha sido revelada, confesó que utilizaba un medicamento tranquilizante para adormecer a sus víctimas antes de cometer los abusos sexuales. Además, admitió que filmaba estos actos y que lo hacía bajo los efectos de la cocaína.

Las denuncias contra el agresor surgieron después de que dos mujeres acudieran a la policía en enero pasado, relatando experiencias similares. La primera de ellas recordó haber tomado un café con el jardinero y perdido la conciencia después de que este le ofreciera una pastilla para el dolor de cabeza. Tras despertar en su cama, la mujer fue sometida a pruebas que confirmaron la presencia de benzodiazepina en su organismo, a pesar de no estar en tratamiento con dicha sustancia.

La segunda víctima relató una historia similar, lo que llevó a la policía a descubrir una tercera denuncia de octubre del año pasado. El agresor, que no tenía antecedentes penales previos, fue puesto en prisión preventiva desde inicios de marzo.

La sumisión química, práctica que ha cobrado relevancia mediática en los últimos años, se ha convertido en un problema que pone en peligro la integridad y la vida de las mujeres. Las autoridades locales instan a las víctimas a denunciar cualquier situación de este tipo.

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