Hunter Biden, hijo del presidente Joe Biden, compareció ante legisladores republicanos en un interrogatorio a puerta cerrada relacionado con la investigación de juicio político que lleva ya 14 meses.

La pesquisa, que se centra en los negocios del hijo de Biden en el extranjero para clientes en Ucrania, China, Rumania y otros países, es calificada por los republicanos como un intento de corrupción y tráfico de influencias por parte del presidente Biden, especialmente efectuada durante su periodo como vicepresidente.

Sin embargo, a pesar de realizar numerosas entrevistas y recopilar más de 100 mil páginas de documentos, los republicanos no han presentado pruebas concretas de ilegalidades por parte del presidente. Además, un informante del FBI que afirmó revelar un esquema de sobornos por parte de los Biden, y que fue utilizado como justificación para la investigación, fue acusado por falsificar esta información.

En medio de esta tensa situación, Hunter Biden, quien enfrenta sus propios problemas legales al ser imputado de nueve cargos federales de violación de normas de impuestos y un cargo de posesión de armas en Delaware, se presentó para ser interrogado por los congresistas republicanos James Comer y Jim Jordan en una audiencia a puerta cerrada.

A pesar de las incertidumbres sobre la cantidad de información que Hunter Biden podría revelar en este interrogatorio, se acordó que la audiencia no sería grabada y que la transcripción sería publicada rápidamente por los republicanos, en un intento por mantener la transparencia en el proceso.

Mientras tanto, Hunter Biden aprovechó la oportunidad para ofrecer una conferencia de prensa afuera del Capitolio, donde defendió a su familia y denunció la investigación en curso.

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