CDMX.- La depresión tropical Sara ha dejado una estela de destrucción en Centroamérica, donde más de 100.000 personas se han visto afectadas por las intensas lluvias y fuertes vientos provocados por este fenómeno natural.

Desde su paso por países como Honduras, Belice y Guatemala, Sara ha causado estragos en la región, dejando a su paso un saldo de un muerto y miles de afectados. Honduras ha sido uno de los países más golpeados, con más de 110.000 personas afectadas, 2.534 viviendas dañadas y 1.707 comunidades incomunicadas. Los rescatistas están trabajando arduamente para brindar ayuda a las personas atrapadas en zonas inundadas y acceder a comunidades aisladas.

En Belice, las fuertes lluvias provocaron inundaciones graves en el río Macal y deslizamientos en las laderas de la Cordillera Maya. Aunque no se reportaron fallecidos, las autoridades mantienen la alerta ante las precipitaciones continuas y las posibles repercusiones en la región.

En Guatemala, Sara llegó debilitada pero causó estragos en los departamentos de Petén, Izabal y Alta Verapaz, donde unas 11.102 personas resultaron afectadas. Además, cuatro puentes y ocho carreteras resultaron dañados, lo que dificulta la movilización de la población.

El impacto de la depresión tropical Sara también se ha sentido en otros países de la región, como Costa Rica, donde se han registrado cuatro muertes y cientos de personas evacuadas a albergues. En Panamá, al menos 11 personas han perdido la vida y tres provincias se encuentran en alerta roja. Nicaragua y El Salvador también han sufrido las consecuencias de este fenómeno natural, con desaparecidos, personas evacuadas y daños en infraestructuras.

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