En una historia que ha captado la atención internacional, alrededor de 38 migrantes desaparecidos en aguas entre Colombia y Nicaragua, en lo que se ha convertido en un misterio con pocas respuestas. Con audios, conversaciones por WhatsApp y un GPS activado, las familias sostienen la esperanza de encontrar a sus seres queridos.

Las preocupaciones sobre su seguridad crecen, mientras algunas evidencias apuntan hacia un posible secuestro en lugar de un naufragio. Yolmedi Carina Gómez, familiar de uno de los desaparecidos, mostró una fotografía con los pasaportes de algunos de ellos, encontrados en un contenedor de gasolina. «Para mí ellos sí están secuestrados, porque si pensamos que eso fuese un naufragio, ¿dónde están las cosas, dónde está la lancha?», expresó.

La fotografía, recibida por algunos familiares a través de un grupo de Telegram, indicaba que los migrantes habían sido encontrados cerca de Costa Rica. Esta noticia se convirtió en una pista crucial para los familiares, en su mayoría venezolanos, que zarparon de San Andrés el 21 de octubre. La incertidumbre crece al no tener noticias adicionales desde entonces.

Ante esta situación angustiante, la Procuraduría ha solicitado a la Cancillería colombiana que insista, por la vía diplomática, con los gobiernos de Costa Rica y Nicaragua para determinar si el grupo de migrantes pudo haber ingresado a sus territorios. Con nueve menores de edad y un adulto mayor de 69 años en el grupo, la urgencia de encontrar respuestas se hace aún más evidente.

Este trágico incidente se suma a una serie de naufragios en las aguas de San Andrés que han resultado en la desaparición de al menos 100 migrantes entre 2022 y 2023, según informes de la Procuraduría. Preocupantemente, estos naufragios no habrían sido advertidos a los migrantes, quienes confiaban en las promesas que encontraban en las redes sociales.

A medida que las autoridades intentan descubrir la verdad detrás de estas desapariciones, las familias continúan buscando respuestas y esperando un milagro. Los rumores y las hipótesis circulan, pero la incertidumbre persiste. Mientras tanto, las autoridades investigan la desarticulación de una red de tráfico de migrantes que utilizaba las redes sociales para promocionar falsas oportunidades de migración.

El destino de estos migrantes desaparecidos sigue siendo un misterio. Los familiares no pierden la esperanza y claman por ayuda y respuestas de las autoridades. A medida que el tiempo pasa, se hace cada vez más urgente encontrar una solución a esta tragedia y evitar que más personas caigan en manos de traficantes sin escrúpulos.