Un individuo armado atacó la embajada de Estados Unidos cerca de Beirut, siendo posteriormente abatido y capturado durante un tiroteo el miércoles por la mañana, según informaron el Ejército de Líbano y funcionarios de la misión diplomática.

Este suceso ocurrió en un momento de considerable tensión en el país mediterráneo, marcado por los enfrentamientos entre el grupo Hezbollah y el Ejército israelí, que han resultado en el desplazamiento de miles de personas a lo largo de la frontera.

Además, Líbano enfrenta una prolongada crisis política y económica que ha agudizado las tensiones internas.

El tiroteo, que involucró al menos a un atacante, se prolongó durante casi media hora, generando un gran desconcierto en la zona circundante a la embajada.

Aunque los motivos del ataque no quedaron claros de inmediato, las imágenes difundidas por medios libaneses mostraron a un atacante ensangrentado con un chaleco negro que llevaba la inscripción «Estado Islámico».

Sin embargo, las autoridades identificaron al agresor como un posible lobo solitario y residente de una localidad fronteriza cercana a Siria.

Tras el incidente, el Ejército llevó a cabo registros en la vivienda del atacante y detuvo a sus familiares como parte de la investigación.

Afortunadamente, un guardia de seguridad de la embajada resultó herido en el enfrentamiento, pero no se reportaron víctimas mortales adicionales.

Este ataque revive los recuerdos de otros episodios de violencia en el pasado, como los atentados contra la embajada estadounidense en Beirut en 1983, lo que subraya la volatilidad y la fragilidad de la situación en la región.