La policía federal de Brasil ha ejecutado una orden de registro en la casa y la oficina de Carlos Bolsonaro, hijo del expresidente Jair Bolsonaro. Esta acción se lleva a cabo dos días después de que el Supremo Tribunal Federal concediera las órdenes.

Según un comunicado emitido por la policía, se han llevado a cabo nueve órdenes de registro como parte de una investigación más amplia relacionada con la agencia de inteligencia del país. Así como con un posible espionaje a opositores políticos durante el gobierno de Bolsonaro, que concluyó en diciembre de 2022.

El juez del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes, reveló en una decisión que la policía afirmó haber identificado el grupo al que supuestamente pertenece Carlos Bolsonaro. El cual se dedicaba a «vigilar enemigos políticos». Así como a buscar información sobre investigaciones relacionadas con el hijo del entonces presidente de la república, Jair Messias Bolsonaro.

Imágenes transmitidas por el canal GloboNews mostraron a Carlos y a su padre afuera de la residencia de este último en Angra dos Reis. La policía registró la casa del expresidente con el objetivo de encontrar cualquier dispositivo electrónico que pudiera pertenecer a su hijo, como teléfonos o laptops.

En el momento en que se llevaron a cabo las órdenes de registro, Carlos Bolsonaro y dos de sus hermanos, el diputado Eduardo y el senador Flávio, se encontraban pescando desde tempranas horas de la mañana, según informó el abogado del expresidente, Fabio Wajngarten.

Eduardo Bolsonaro, legislador federal, se quejó de que la policía también incautara equipo perteneciente a un asesor del presidente que se encontraba en la residencia en ese momento. Lo anterior a pesar de no estar incluido en la orden de registro.

Este operativo se produce después de que la policía federal allanara recientemente la oficina y la vivienda del exdirector de la agencia de inteligencia durante el gobierno de Bolsonaro, Alexandre Ramagem, y de otras personas relacionadas.

Según los comunicados de la policía y los documentos del Supremo Tribunal Federal, se investiga a un grupo de «crimen organizado». El cual operaba dentro de la agencia de inteligencia, conocida como ABIN, durante el mandato de Bolsonaro. Se sospecha que este grupo utilizó las herramientas y servicios de la agencia con fines políticos y personales.

Además, se sospecha que el grupo intentó interferir en investigaciones policiales. Algunas de las cuales involucran a otros dos hijos de Bolsonaro: Jair Renan y Flávio.

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