El gobierno de Irán responsabilizó a Israel del asesinato del general de brigada Razi Musavi en Siria, generando una firme advertencia de represalias por parte de las autoridades.

Tanto los Guardianes de la Revolución como el ejército ideológico de Irán han declarado su intención de llevar a cabo «acciones directas» contra Israel en respuesta a este acto.

El portavoz de los Guardianes de la Revolución, Ramazan Sharif, anunció el miércoles que la respuesta al asesinato de Musavi consistirá en una combinación de acciones directas y otras ejecutadas por el frente de resistencia.

Esta declaración ha elevado las tensiones en la región, aumentando la incertidumbre sobre el posible curso de eventos entre Irán e Israel.

El lunes pasado, Sayeda Zeinab, ubicada al sur de Damasco, fue atacada según informes de los medios estatales iraníes, y se atribuyó la responsabilidad a Israel.

Este hecho desencadenó el repudio en Irak, donde cientos de personas se congregaron en Nayaf y Kerbala para despedir a Musavi.

Durante la despedida, se corearon consignas como «Norteamérica es el gran Satán» y «Norteamérica es el enemigo de Dios», reflejando la hostilidad hacia Estados Unidos en la región.

La acusación de Irán contra Israel y las amenazas de represalias plantean un escenario tenso en el Medio Oriente.

La comunidad internacional observa con atención la evolución de la situación y las posibles implicaciones para la estabilidad regional.

La retórica beligerante entre ambos países añade complejidad a la dinámica geopolítica de la región.

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