Irán afirmó el miércoles que la producción local de misiles no se vio perturbada por los bombardeos israelíes contra objetivos militares el fin de semana anterior.

«No hemos sufrido ninguna interrupción» de la producción, dijo a la prensa el ministro iraní de Defensa, Aziz Nasirzadeh, pese a las declaraciones contrarias de responsables israelíes.

«El enemigo intentó dañar nuestros sistemas defensivos y ofensivos», agregó el ministro.

Por primera vez, Israel anunció públicamente el sábado haber atacado Irán, archienemigo suyo, y apuntado contra objetivos militares, en represalia por disparos de misiles iraníes contra Israel el 1 de octubre.

«En ese momento prometimos que responderíamos con fuerza (…) La fuerza aérea atacó en Irán y golpeó las capacidades de defensa y fabricación de misiles de Irán que nos amenazaban», afirmó el domingo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

«Esos misiles representaban una amenaza directa e inmediata para los ciudadanos de Israel», subrayó por su parte el ejército israelí.

Teherán informó de «daños limitados» en los objetivos atacados y de la muerte de cinco personas, incluido un civil.

Los Guardianes de la Revolución, el poderoso ejército ideológico encargado de defender el régimen de la República Islámica, así como el Ministerio de Defensa, anuncian regularmente la fabricación de nuevos tipos de misiles de largo y medio alcance.

Irán afirmó este sábado que tiene el «deber de defenderse» tras los bombardeos israelíes lanzados la madrugada contra instalaciones militares, un nuevo episodio de violencia entre estos dos países enemigos que hace temer una escalada militar en Oriente Medio.

Israel anunció por primera vez públicamente que atacó a Irán, realizando de madrugada «ataques de precisión» contra instalaciones de fabricación y lanzamiento de misiles, en respuesta al ataque iraní del 1 de octubre contra territorio israelí.

El ataque dejó cuatro militares muertos, según el último balance del ejército iraní, que aseguró que solo resultaron dañados «sistemas de radar».

«Espero que este sea el final», declaró el presidente estadounidense, Joe Biden.

Los bombardeos se produjeron en un contexto de alta tensión en la región. Israel libra una guerra contra el movimiento islamista palestino Hamás en la Franja de Gaza y contra el grupo islamista Hezbolá en Líbano.

Ambos grupos son respaldados por Irán, archienemigo de Israel, y forman parte del llamado «Eje de la resistencia».