El referéndum organizado en Irlanda para modernizar el concepto de familia y las referencias al rol de mujer en la Constitución fue rechazado, anunció este sábado el gobierno que impulsó este intento de reforma en un país donde la Iglesia católica impuso por mucho tiempo su dogma.

El primer ministro, Leo Varadkar, expresó en una rueda de prensa que las enmiendas propuestas fueron rechazadas y que su gobierno aceptará y respetará plenamente este resultado. La participación en el referéndum no superó el 50%, con casi 3.5 millones de personas convocadas a las urnas para responder dos preguntas clave.

La primera pregunta buscaba ampliar la definición de familia, incluyendo relaciones duraderas fuera del matrimonio, mientras que la segunda pretendía cambiar el lenguaje sobre los deberes de la madre por una cláusula que reconociera el cuidado prestado por los miembros de la familia en términos de los vínculos que los unen.

La propuesta de repartir la carga del cuidado de personas con discapacidad entre los miembros de la familia, en lugar de recaer únicamente en la madre, generó controversia sobre el compromiso del Estado en apoyar a los cuidadores. Estas enmiendas se referían al artículo 41 de la Constitución, redactado en 1937, y los opositores a los cambios las criticaron por su vaguedad y por la eliminación de las palabras «mujer» y «madre» del texto.

Antes de la votación, el primer ministro había advertido que un resultado negativo sería un retroceso para el país. Sin embargo, la mayoría de los irlandeses optaron por mantener los conceptos tradicionales de mujer y familia en su Constitución, marcando una postura conservadora en una sociedad que ha experimentado significativos cambios sociales en las últimas décadas.

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