La Knéset, el Parlamento israelí, ha dado luz verde a un proyecto de ley que prohíbe la actividad de la Agencia de la ONU de los Refugiados Palestinos (UNRWA) en Israel, una decisión que tendrá un impacto directo en la prestación de asistencia humanitaria en la Franja de Gaza, donde la organización es vital para más de dos millones de habitantes.

La votación, que contó con un amplio respaldo de 92 diputados, tanto de la coalición gobernante como de la oposición israelí, supone un duro golpe para la UNRWA, a la que Israel acusa de tener vínculos con la organización islamista Hamás y de participar en ataques terroristas en territorio israelí.

El comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, ha calificado la medida como un «precedente peligroso» que va en contra de la Carta de las Naciones Unidas y que solo aumentará el sufrimiento de los palestinos, especialmente en Gaza, donde la situación humanitaria ya se encuentra en un estado crítico.

Los ministros de Exteriores de varios países, entre ellos Canadá, Australia, Francia, Alemania, Japón, Corea del Sur y Reino Unido, han manifestado su preocupación por la aprobación de la ley, señalando que la UNRWA brinda ayuda humanitaria esencial a los refugiados palestinos en Gaza, Jerusalén Este, Cisjordania y en toda la región.

La Presidencia palestina ha denunciado la medida como una «violación del derecho internacional y una provocación a la comunidad internacional», recordando que la UNRWA fue establecida en 1949 por una resolución de la ONU para brindar asistencia y protección a los refugiados palestinos hasta que se alcanzara una solución justa y duradera a su situación.

El presidente palestino, Mahmud Abás, ha advertido que la prohibición de la UNRWA traspasa una «línea roja» y que no habrá una solución al conflicto sin resolver la cuestión de los refugiados de manera justa.

Por su parte, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha instado a Israel a reconsiderar la decisión para evitar interrupciones en los servicios vitales de la UNRWA y garantizar el acceso humanitario continuo y sin obstáculos a los refugiados palestinos.

La legislación aprobada por Israel es solo el último capítulo en las tensiones entre el país y las agencias de la ONU, con conflictos abiertos y acusaciones mutuas que han elevado la tensión en la región.

La comunidad internacional observa con preocupación la escalada de la situación, temiendo que la medida tenga consecuencias devastadoras para la ya precaria situación humanitaria en Gaza y otros territorios palestinos.

En medio de este panorama tenso, la UNRWA enfrenta un futuro incierto en su labor de asistencia a los refugiados palestinos, una labor que ha sido fundamental durante décadas en medio del conflicto en Oriente Medio. La decisión de Israel de prohibir su actividad tendrá repercusiones que podrían agravar aún más la crisis humanitaria en la región.

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