Jerusalén.- Israel ha denunciado oficialmente una serie de violentos actos cometidos por el grupo islamista Hamás durante el reciente conflicto en Gaza. Entre las acusaciones se encuentran la decapitación de bebés, la calcinación y el asesinato de niños, acciones que califican como «horripilantes y monstruosas«.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha utilizado las redes sociales para compartir imágenes que, según afirma, muestran bebés calcinados a manos de Hamás. Además, un alto oficial del Ejército israelí declaró haber encontrado a un bebé decapitado en una comunidad israelí cercana a Gaza, y sostuvo que otros colegas presenciaron situaciones similares, aunque sin proporcionar una cifra exacta.

El coronel en la reserva Golán Vach, jefe de la Unidad Nacional de Rescate en el Comando del Frente Interno del Ejército, señaló que su equipo descubrió más niños decapitados. Esta serie de impactantes revelaciones se producen en el contexto de la recuperación e identificación de los cuerpos de las víctimas mortales en Israel como resultado de la ofensiva de Hamás.

Anthony Blinken confirma los actos violentos de Hamás a menores en Israel

Durante una reunión con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, el primer ministro Netanyahu mostró fotografías impactantes de las atrocidades cometidas en Gaza. Blinken, consternado por las imágenes, describió lo que vio, incluyendo «un bebé, un niño acribillado a balazos, soldados decapitados y jóvenes quemados vivos en sus automóviles«. Calificó estas escenas de «más allá de lo que podemos comprender y digerir«.

Blinken también se pronunció sobre la gravedad de las acciones de Hamás, calificándolas de depravación e inhumanidad dirigidas contra personas de todas las edades, desde bebés hasta ancianos y personas con discapacidades. Hizo un llamado a la indignación y el rechazo por parte de la comunidad internacional ante estas horribles evidencias.

Un miembro de los equipos de emergencia ZAKA, encargados de la recuperación de cadáveres, relató que no tenía cifras exactas pero que había numerosos casos de niños fallecidos en lugares como el kibutz Beeri, donde se produjo una de las mayores masacres de civiles. Describió el desgarrador escenario de encontrar bebés de tan solo uno o dos meses entre los cadáveres, algunos de los cuales aún ardían al tocarlos. Además, informó sobre casos de torturas, violaciones y personas quemadas vivas.

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